Actividades ludicas y ocupacionales

Las actividades ludicas y ocupacionales  (animazione capacitante en italiano) desde el “enfoque capacitante” son actividades empeñativas que requieren de un metodo y que se proponen unos objetivos ambiciosos.

1.Una relación paritaria.

Las actividades capacitantes  apuntan alto, buscan la felicidad de las personas interesadas (concernientes, integrantes) y se proponen cómo objetivo una convivencia suficiente feliz entre cuidadores y adultos mayores desmemoriados y desorientados.

Esta primera afirmación propone un escenario nuevo en el cual cuidadores (técnicos y otros) y personas con demencia se situan en el mismo plano: no hay personas que curan y personas que son curadas, sino que son personas con diversas competencias que conviven aquí y ahora, en el mismo lugar y al mismo tiempo. Competencias y roles de unos y otros son logicamente diferentes, pero la relación  está orientada a la paridad, una relación entre personas de igual dignidad.

El que consigue entender esta nueva perspectiva se da cuenta que el “enfoque capacitante”  propone un método absolutamente nuevo, más respetuoso y gratificante tanto para los cuidadores cómo para los adultos mayores desmemoriados y desorientados.

La  tradicional relación up down, donde el cuidador  se coloca por encima, interpreta, decide, dirige, y el adulto mayor  está por debajo y participa siguiendo aquello que le viene propuesto, tiene que ser superado.

2.Una relación que se improvisa.

Cuando debemos desempeñar una actividad profesional estamos siempre preocupados de desarrollarla bien,  intentamos prepararnos, hacemso programas, proyectos.

Durante los años de estudio hemos aprendido que éste es el método de trabajo  profesional y responsable   (método de trabajar profesional y responsablemente): tenemos que programar, preveer, prepararnos. También  la experiencia nos ha enseñado que cuanto más nos preparamos mejores resultados conseguimos en nuestra actividad.

Tras esta consideración, con la cual estoy totalmente de acuerdo,  quiero proponer también un modo de proceder completamente diferente, apparentemente opuesto pero complementario.

En mi experiencia de formador  estoy acostumbrado a preparar minuciosamente cada intervención, pero cuando entro en la sala y me encuentro delante los participantes dejo al lado toda mi preparación, casi lo olvido, y oriento toda mi concentración hacia las personas que tengo delante y sobre aquello que sucede en cada momento. Despuès de tantos años de experiencia me he convencido que la llave del éxito como formador està en esto: primero prepararse con cuidado, después meter a un lado la preparaciòn y ocuparse de las personas. Creo que lo que se ocupe de  actividades ludicas y ocupacionales (técnico social, técnico de rehabilitacion, monitor, voluntario, terapista ocuopacional) podría hacer algo parecido. El resultado que se obtiene es bastante variable: algunas veces las actividades se desarollan de manera bastante parecida a lo previsto, otras veces en cambio se desarrollan de manera completamente nueva. De todas maneras, pero, el resultado es satisfaciente porque las actividades resultan como un vestido hecho a medida.

A propósito, leyendo el curriculum de numerosos técnicos, he observado que muchos han frecuentado cursos de teatro y creo que sería util para ellos hacer referenzia a esa experiencia, en particolar a los ejercicios de improvisación. 

3.La pasividad en la relación.

El esquema relacional habitual durante las actividades está basado en una persona que dirije y otra que  que es dirijida, una que estimula y otra que es estimulada, una que es activa y otra que es pasiva. Se trata, por supuesto, de una simplificación y creo que ningún técnico o profecional se reconozca todo en este esquema, sin embargo es importante empezar de esta consideración para entender mejor cómo tiene que ser una actividad capacitante.

El técnico capacitante no intenta animar, estimular, proponer actividades, porque haciendo así coloca al adulto mayor en una posición espectativa sin ninguna salida, la de una persona que es dirijida, estimulada, que actua (sigue) passivamente.

Al contrario, el técnico capacitante se pone en una posición de escucha (de pasividad) del cual recoge los estímulos que provienen del adulto mayor: estímulos visuales, auditivos, tactiles, posturales. De esta manera las actividades que se desarrollan durante las actividades provienen de su mundo, de su manera de “meterse en escena”, de sus deseos, de sus gustos y comportamientos.

Este tipo de relación tiene la ventaja de ser siempre nueva, fresca. Cualquier contratiempo que pueda surgir no es visto negativamente, sino que se convierte en un elemento de novedad en torno al cual poder construir nuevas actividades basadas sobre lo que sucede aquí y ahora.

4.Una relaciòn basada en el reconocimiento.

Ha llegado el momento de preguntarse cómo es posible, en práctica, realizar las actividades de modo capacitante, actividades en las cuales la relación esté orientada a la paridad, fresca de novedad, donde el técnico sea más  un acompañador que un organizador.

La palabra clave que caracteriza el  Enfoque capacitante  y por tanto también las actividades basadas en este tipo de acercamiento, es Reconocimiento.

El técnico capacitante reconoce todo lo que los participantes dicen, cada palabra, asì como la dicen, cuando la dicen. En práctica el técnico capacitante escucha attentamente, sin interrumpir, sin corregir, sin guiar. De vez en cuando, cuando lo considera oportuno, después de haber escuchado y acogido las palabras del otro, con sus propias palabras le restituye el reconocimiento.

¿Como se hace?

Hay tantos modos de restituir el reconocimiento: se puede reformular lo que se ha dicho con un breve resumen, se puede hacer eco a las palabras del otro, se puede dar sobretodo una respuesta de efectividad , es decir  de manera  que las palabras del enfermo  provoquen efectos, reacciones concretas y visibile, comportamientos consecuenciales del cuidador, cambiamientos en las actividades.

5.El reconocimiento de las competencias elementares.

El enfoque capacitante se basa en el reconocimiento de las Competencias elementales del interlocutor:la competencia a hablar, a comunicar, emotiva, a contratar, a elegir. Poner atenciòn a estas competencias es de gran utilidad porque esas estàn siempre presents, aunque en maneras diversas, tanto en los adulto mayores con cognitividad integra como en aquellos con cognitividad comprometida.

Reflexionando sobre las multiples actividades ludicas y ocupacionales que normalmente vienen propuestas, me viene enseguida de pensar cómo durante estos encuentros las personas que participant puedan ejercitar fácilmente su competencia a hablar, a comunicar, a provar emociones, reconocer las de los otros y condividirlas, pero sobretodo que puedan tener una oportunidad para expresar la competencia a contratar y a decidir. Cada partecipante, por ejemplo, puede contratar respecto a la elección de una canción para cantar juntos o puede contratar sobre el hablar o no hablar o sobre qué decir, sobre participar activamente u obsevar cómo y cuando quiere.

6. Otras competencias en espera de reconocimiento.

La utilización de diversos materiales a menudo suscita el surgir de recuerdos pasados y el técnico capacitante puede aprovechar la ocasión para dar un reconocimiento a la competencia a recordar, tanto en las personas más lúcids como en quellos con pérdida de memoria.

Puede ocurrir que alguien empiece espontáneamente a  contar una historia, despertando por tanto su propia competencia a contar.

Algún otro, incluso confuso y desorientado, se deje llevar a historias imaginarias, expresando su competencia a imaginar. Desde el punto de vista capacitante no importa que la historia sea verdadera, lo importante es que el anciano pueda vivir la experiencia de hablar libremente, contando  e imaginando lo que quiere, expresandose como puede. A propósito, es oportuno recordar el slogan de Anne Basting: Forget memory, tray imagination (Olvida la memoria, intenta con la imaginación).

La situación de grupo favorece también la expresión de competencias sociales, como el respeto y la condivisión de las emoziones del otro, el hablar y callar en el momento oportuno respetando los turnos verbales de cada uno.

7.Un deseo.

Mi deseo es que los que organizan las activididas en las rsidencias geriatricas lo hagan con profesionalidad, ligereza y fantasìa, recordando que el fin último de cada actividad de animación es  promover una Convivencia sufficientemente feliz entre los participantes, en el aquí y ahora del encuentro.

Pietro Vigorelli