Formación a distancia junio 2019

En esta sección comienzo una formación a distancia con las personas que conocí en mi reciente visita a Argentina y Chile y con otras personas  de lengua española interesadas en el Enfoque Capacitante en el cuidado de los adultos mayores con demencia. Quienes me conocieron saben que hablo poco y mal el español, pero intentaré hacerme entender. Comienzo invitándoles a reflexionar sobre una carta que recibí. Pietro Vigorelli

P.S. Quien escribe para la publicación ( pietro.vigorelli@gruppoanchise.it ) es rogado presentarse (nombre, apellido, trabajo, nación, correo). Si prefiere permanecer en el anonimato debe especificarlo.

1.Sobre el “yo enfermo” y el “yo sano” (iniciado el 14 junio, concluso el 30 junio 2019)

La carta recibida

Hola, estimado Pietro. Me gustaría saber si puede orientarme en una consulta reiterada que me hacen las enfermeras con quienes trabajo. Falleció el marido de Carlota (nombre de fantasía), una señora que reside en nuestra institucional y padece Alzheimer. Su marido un hombre joven, aproximadamente 65 años. Falleció en forma repentina en su casa. Las hijas la llevaron a Carlota al velatorio. Pero al otro día, ella como siempre, comenzó a pedir que llamemos al marido, que venga, etc… Esto fue siempre así, ella muy demandante del marido. Que decirle? Como actuar de la mejor forma posible? La enfermera que me cuenta la situación me dijo que ella le respondió: “Mira Carlota, tu marido está descansando, si te parece bien llamaremos a una de tus hijas”. Bueno, me gustaría si pudiera orientarme. Muchísimas gracias! Saludos.

Laura Binder (Coordinadora del Aréa Terapéutico Recreativa de una Residencia para Adultos Mayores, Ciudad de Buenos Aires, Argentina)

El problema y la primera pregunta

Estimada Laura, describes la situación con pocas palabras pero muy claramente. Para responderte, comienzo resaltando las palabras que la enfermera y Carlota se han dicho:

  1. SEÑORA: Llama a mi esposo! Quiero a mi esposo!
  2. ENFERMERA: Mira Carlota, tu marido está descansando, si te parece bien llamaremos a una de tus hijas.

Si con estas palabras la señora se siente tranquila, pueden ir bien, son palabras que se usan para enfrentar una situación de incomodidad. Sin embargo, el Enfoque Capacitante propone algo más, nos ayuda a encontrar palabras terapéuticas, palabras que reconocen a su “yo sano”, que hacen que emerja su “yo sano”, que dialogan con su “yo sano”. Ahora el problema es entender si, en las palabras de la dama, logramos ver a su “yo sano”. Este es el desafío del Enfoque Capacitante y esta es la pregunta para ustedes, como en un diálogo a distancia. En las palabras de la dama, su “yo enfermo” emerge claramente, un “yo” que no recuerda que ella estaba en el velatorio y que su esposo murió. Ahora pregunto: ¿puedes también reconocer su “yo sano” en estas mismas palabras? ¿En qué consiste? ¿Cómo se expresa? Esta es la primera etapa por tratar de encontrar otras palabras posibles para decirle a la dama, palabras capacitantes. Espero sus respuestas ( pietro.vigorelli@gruppoanchise.it )

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Respuestas

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Creo que en la señora enferma no se podría reconocer su “yo sano” porque pidió hablar con su marido cuando ella olvidó completamente la situación del velatorio y de que su marido falleció. Patricia Irigoin (Argentina)

Comentario: Esta primera respuesta es quizás la que primero viene a la mente y refleja la dificultad para encontrar, después, palabras “capacitantes” a decir. Es verdad, la señora pede hablar con su marido y olvida completamente la situación del velatorio y de que su marido falleció. El “yo enfermo” de la señora parece evidente, impresiona, casi deslumbra al interlocutor! Pero si nos dejamos impresionar no podemos encontrar palabras para responder. El Enfoque Capacitante nos sugiere de pararnos, reflexionar y buscar el “yo sano” en este caso también,  en las palabras enfermas de la dama.

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Para mi las palabras sanas de Carlota en esta expresión son “Quiero a mi marido”. Quiero aportare también que Carlota tiene momentos donde su yo sano emerge, y expresa preocupación por signos de su enfermedad, lo manifesta verbalmente. Dice por ejemplo: “No se que voy a hacer ahora, se me mezclan las palabras, no me recuerdo de nada” o dice “Como me voy a ir de acá, si yo no puedo estar sola. Quien me va a acompañar a mi casa?” Laura Binder (Argentina)

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¿puedes también reconocer su “yo sano” en estas mismas palabras?: Si  su yo sano : El marido esta  vivo para la paciente.

¿En qué consiste?    yo enfermo” emerge claramente, un “yo” que no recuerda que ella estaba en el velatorio y que su esposo murió.

¿Cómo se expresa ? Pide  que lo llamen al marido  que venga  En forma reiterada. (Esto fue siempre así, ella muy demandante del marido).

Luci  Rosas (enfermera, Chile)

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Y si comenzamos una conversación con Carlota preguntandole: Carlota cual es la comida favorita de tu esposo?

Y si contesta seguir con ese tema y preguntar por ejemplo: Como se prepara? Que condimentos?

Seria capaz una forma de no desviarnos tanto del foco que es “su esposo” y vivir su pasado en nuestro presente. Seria mientras dure la atención.

Silvia Paz (Argentina)

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Pienso que el “yo sano” de Carlota aparece cuando ella reconoce que tiene marido,  que está ligada afectivamente a él, seguramente al pedir que lo llamen expresa querer verlo y lo verbaliza, expresa que lo necesita, que entre ellos hay un vínculo afectivo, de esposos. Que estaría mejor si  se encuentra con el, si su marido la visita sería así. Anna Gabriella (Chile)

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Comentario y segunda pregunta (19 junio 2019)

Laura, Luci, Silvia y Anna identificaron fácilmente la expresión del “yo sano” de la dama, cuando dice: Quiero a mi marido. No se que voy a hacer ahora, se me mezclan las palabras, no me acuerdo de nada. Como me voy a ir de acá, si yo no puedo estar sola. Quien me va a acompañar a mi casa

El “yo sano” de Carlota aparece cuando ella reconoce que tiene marido,  que está ligada afectivamente a él, seguramente al pedir que lo llamen expresa querer verlo y lo verbaliza, expresa que lo necesita, que entre ellos hay un vínculo afectivo, de esposos. Que estaría mejor si  se encuentra con el, si su marido la visita sería así.

Ahora tengo una segunda pregunta:
¿Qué puede decir el cuidador para reconocer a este “yo sano”, para hacerlo emerger, para involucrarlo en la conversación?
Espero sus respuestas ( pietro.vigorelli@gruppoanchise.it ), precisamente con las palabras que podría decir a la señora.

1.SEÑORA: Llama a mi esposo! Quiero a mi esposo!

2.ENFERMERA CAPACITANTE: (que puede decir?) …

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Respuestas

1.SEÑORA: Llama a mi esposo! Quiero a mi esposo!

2.ENFERMERA: Carlota me encantaría conocer a tu marido, me quieres hablar de El?

Estaría atenta a su lenguaje paraverbal y no verbal… Presiento que va a poder expresar sus emociones de afecto hacia El y esto le va a hacer sentir mejor… Escucharla y estar agradecida  de  escuchar su relato generara un vinculo de encuentro feliz…

Nancy Barra Silva, Académica, Carrera de Enfermería, Facultad de Enfermería, Universidad de Concepción, Campus Los Angeles, Chile.

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1.SEÑORA: Llama a mi esposo! Quiero a mi esposo!

2.ENFERMERA: Cómo  se llama su esposo? Qué necesita preguntarle o decirle?

Mi Hae Park 

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1.SEÑORA: Llama a mi esposo! Quiero a mi esposo!

2.ENFERMERA: Carlota, tu marido no puede venir en este momento (a partir de ahí tratar de iniciar una charla sobre él… y que fluya)

Fabiana Diaz, voluntaria de ALMA (Buenos Aires).

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Con respecto a esta segunda pregunta: ¿Qué puede decir el cuidador para reconocer a este “yo sano”, para hacerlo emerger, para involucrarlo en la conversación?

Le indicaría a la cuidadora que escuchara a la señora Carlota respetando sus tiempos, sin preguntar, más bien reafirmando la información que Carlota entrega. Es decir, reiterar las palabras de Carlota a modo de refuerzo y afirmación, para resaltar este yo sano de Carlota como una mujer casada. A partir del hecho de estar casada y el nivel de dependencia que Carlota señala, la cuidadora podría llegar al análisis que para Carlota esto era parte de su yo sano (sin Alzheimer), el hacer las cosas en su vida cotidiana siempre vinculada a sus esposo, lo que da cuenta de un vínculo cercano, alto compromiso y responsabilidad de parte de Carlota. Todo esos tópicos pueden ser tomados por una cuidadora capacitante para continuar un diálogo a partir del yo sano de Carlota.

Para potenciar los posibles resultados de lo anterior, haría hincapié en la cuidadora con respecto a cual es el lenguaje corporal y gestualidad con la cual se dirige a Carlota. Ya que como sabemos en la entrega de un mensaje, el receptor (en este caso la cuidadora), debe asegurarse que su lenguaje corporal, gestualidad, tono de voz, su mirada, cercanía corporal le brinden a Carlota una sensación de paz, confianza y seguridad.

Otra posibilidad que pienso, es que si el diálogo va avanzando la cuidadora capacitante podría dejar entrever lo que ella a vivido como mujer (supongamos sea también casada) y a partir de allí dejar el relato abierto en espera a posibles opiniones que Carlota podría entregar. Favoreciendo así el que Carlota evoque recuerdos sobre su propia historia junto con validar (enfoque de validación) todo aquello que Carlota podría señalar a la cuidadora capacitante por ejemplo, a modo de consejos.

Nataly Mersey Ortega (Santiago de Chile)

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1.SEÑORA: Llama a mi esposo! Quiero a mi esposo!

2.ENFERMERA: Mira Carlotta, tu marido está bien cuidado y está tranquilo. (Yo responderìa eso pero sigo sintiendo que le estoy mintiendo)

Patricia Irigoin (Argentina)

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Si su yo enfermo, no reconoce la muerte de su marido, yo le diría a su yo sano

2.ENFERMERA: Su marido ya no va a venir, llamo a su hija.

o también:

2.ENFERMERA: Su marido no vuelve mas. 

Jolanda Lopez (Belen de Escobar, provincia de Buenos Aires)

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1.SEÑORA: Llama a mi esposo! Quiero a mi esposo!

2.ENFERMERA: Voy a llamar a su esposo, le diré que venga.

Mónica Matamala Morales (Terapeuta Ocupacional – Máster en Gerontología. www.capacito.cl  Chile)

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Comentario 

Hay que hacer una primera observación importante: todas las respuestas que han llegado conciernen al esposo de la dama.
El Enfoque Capacitante enseña a acompañar al interlocutor en su mundo, con las palabras. Si él habla del esposo, nosotros también hablamos del esposo, nombramos la palabra “esposo”.

Secunda observación: Nancy Barra Silva, Mi Hae Park y Jolanda Lopez proponen respuestas que aborden el “ego sano” de Carlota sin mentir. Después de esta respuesta, es probable que la dama hable sobre su esposo y haga preguntas. Entonces será bastante fácil seguir hablando juntos.

Las otras respuestas acompañan al interlocutor en su mundo, pero el cuidador se siente incómodo porque se da cuenta de que está mintiendo. El Enfoque Capacitante quiere favorecer el bienestar del adulto mayor pero también lo del cuidador. Por este motivo prefiero las dos primeras respuestas. En principio soy más feliz si digo la verdad. Además, cuando digo la verdad, reconozco plenamente el “yo sano” del interlocutor; cuando miento, en cambio, me volvo a su “yo enfermo”, un yo que olvida, que no comprende, que se deja engañar.

Comentario de Laura Binder (el relator de este caso)

De mi parte concidero también en que lo mejor es eso: no mentir. Sigo pensando en el caso que compartí, la señora que pregunta por su esposo fallecido hace pocos dias. Parte del person que trabaja con ella, teme decir la verdad, mencionar su fallecimiento por la reacción que podría provocar en ella. Yo, en cambio,  intento hacer eco de sus palabras y permitirle hablar sobre su esposo.

Conclusión (30 junio 2019)

Para reconocer, valorizar, el “yo sano” del interlocutor, el cuidador capacitante lo acompaña con las palabras en su mundo, sin mentir.

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